Habemus Papam!! – La intrahistoria familiar

Muchas veces habíamos hablado en casa del emocionantísimo momento del anuncio de un Papa. Muchas veces, sentados frente al ordenador del salón, habíamos visto en Youtube el vídeo de la elección de Benedicto XVI. Álvaro, de aquella el único hijo que teníamos, tenía menos de 1 año y no fue, evidentemente, su primer cónclave «consciente». Sí había sido el mío ya que toda mi vida había crecido con Juan Pablo II, elegido teniendo yo dos añitos…

La renuncia de Benedicto XVI nos traía un cónclave nuevo e inesperado. Ese día, al recoger a los nenes en el cole, fue la primera noticia que tuvieron: «Niños, el Papa ha renunciado porque está muy mayor. Ahora empezará la sede vacante y habrá que elegir uno nuevo… Vuestro primer cónclave». Actualmente Álvaro tiene 8 años, Inés casi 6 y Juan 2. A Álvaro se le iluminó la cara.

Desde el anuncio de Benedicto XVI, todos los días estuvieron marcados por este hecho y, de alguna manera, vivimos conectados a Roma permanentemente. Poder seguir la actualidad gracias al canal de Rome Reports en Youtube, a la propia web de noticias del vaticano news.va y a uno de los grandes portales católicos, Aleteia, fue algo fundamental en todo este tiempo. Cada día veíamos las noticias que nos llegaban desde el centro nuclear del catolicismo y así pudimos ir creciendo en intensidad y llenando nuestro corazón de palabras, imágenes, gestos… que jamás olvidaremos y que, de alguna manera, nos hacen ya diferentes y, posiblemente, mejores.

Álvaro tuvo durante estos días una ocasión magnífica de acercarse a un proceso lleno de belleza. misterio, tradición… y, sin duda, lo aprovechó. Sé que resulta algo friki decirlo pero sabe quién es el protodiácono, el cardenal decano, qué es la sede vacante, cómo se cierran los apartamentos pontificios, cómo se repliega la guardia suiza, dónde está Castel Gandolfo, qué es la fumata… y conoce a algunos de los cardenales electores… ¡Y tenía su favorito desde que vio su vídeo de presentación! ¡El cardenal Tagle, filipino! ¡A todos se lo decía! Y en los últimos días, ya con el cónclave empezado, repetía por casa: «Como salga Tagle me da un infarto papá» … jajajajaja

Cada noche rezamos por los cardenales para que fueran iluminados por el Espíritu. ¿El Espíritu? Nunca les he explicado a mis hijos qué es el Espíritu, simplemente me limito a hablarles de Él como les hablo de Jesús, de su madre, de su abuelo… Existe y en casa hablamos de Él, lo tenemos en cuenta. Sin más. Y les hemos intentado transmitir que Dios siempre está con su Iglesia y que los que eligen son hombres y que hay que rezar por ellos para que el Espíritu les susurre quién es el mejor Papa y ellos le hagan caso…

Desde el momento que empezó el cónclave toda la preocupación de los niños era que la fumata blanca les pillara en el cole. Todos, en casa, fuimos testigos de la fumata negra del martes por la noche y yo les comuniqué la tarde del miércoles, al recogerlos de las actividades extraescolares, la fumata negra de la mañana. Se preveía una tarde intensa… Y llegó la gaviota y la imagen fija de la chimenea permanente en el ordenador del salón. Álvaro me decía: «papá, se ha quedado fija la imagen…» Todo giraba alrededor de una chimenea que no dio señales de vida hasta pasadas las 19:00 de la tarde… Y fue entonces cuando empecé a gritar «¡¡¡fumata blanca!!! ¡¡¡fumata blanca!!!! ¡fumata blanca!!!!»

Mi hija Inés rompió a llorar. Los gritos, la emoción, el nerviosismo explosivo de su padre en ocasiones como esta le ponen nerviosa y la pobre no lo pudo remediar… Juan pululaba de aquí para allá pero el resto ¡al sofá frente a 13tv! ¡Y empezaron las llamadas de teléfono! A mi madre, a mi tío, a mi padre… los whatsapp… Álvaro le decía a su abuela por teléfono; «como salga Tagle abuela, me da algo…» jajajajajaja Y empezaron los rumores y que si a Scola le habían cerrado el twitter y que si el otro había cobrado peso en las últimas horas… ¡El Papa ya estaba elegido y las campanas de S. Pedro anunciaban a todo el orbe que la sede de Pedro había sido ya ocupada! A Juan le pusimos la cena para que el pobre se fuera a la cama si quería y mientras se tomaba el pescado, el resto hervíamos de los nervios…

Annuntio vobis gaudium magnum;
habemus Papam:

Eminentissimum ac Reverendissimum Dominum,
Dominum Georgium Marium

¿Georgium Marium ha dicho? ¡Que no es ninguno de los papables! Vuelco al corazón…

Sanctae Romanae Ecclesiae Cardinalem Bergoglio

Empecé a gritar «¡¡¡Bergoglio!!! ¡¡El argentino!! ¡¡Y jesuita!!» Mis manos se fueron a la cabeza y ya me levanté…

qui sibi nomen imposuit Franciscum

¡¡Francisco!! ¡¡El Papa Francesco!!

Cuando el Papa apareció por el balcón de la Logia, toda la familia se puso a aplaudir… ¡Biennnnnnnnnnnnnn! Era el primer Papa americano, el primer Francisco, el primer jesuita… Todas las quinielas hechas añicos con la alegría de constatar, una vez más, que los criterios del mundo no son los criterios de la Iglesia y que es muy difícil llegar a entender un proceso espiritual cuando uno está «out» de esa realidad. Y volvieron las llamadas, las abuelas, los gritos.. tras rezar con el Papa y tras haber sido conquistados tras 5 minutos de aparición. ¡BIENVENIDO PAPA FRANCISCO!

Llegó la noche y todos nos fuimos a descansar. Había que reposar lo vivido y rezar por el Papa y por nosotros. Y también por nuestros hijos. Para que el Señor los ayude en su camino de fe y los anime a responder fielmente a sus respectivas vocaciones. ¿Veré algún día a alguno de mis hijos saludando desde la Logia? ¿Y de cura? ¿O religiosa? No lo sé. Será algo entre Dios y cada uno de ellos. Por nosotros que no quede…

Un abrazo fraterno